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miércoles, 2 de octubre de 2013

No dejaría nunca de ser educadora social porque...

No dejaría nunca de ser educadora social porque...
 
... a través de mi trabajo y mi formación aprendo a saber vivir, a ser y a convivir a través de la interacción con las personas para las que trabajo, a ser mejor persona, más humana. Es parte de mi crecimiento. El hecho de ser una de las profesiones más complicadas me lleva a no rendirme. Eso es algo que me motiva y no poco. Siempre hay algo nuevo que aprender.
 
... me gusta ayudar a las personas que no lo han tenido fácil y aunque algunas veces no lo consigo, otras, casi sin darme cuenta, he podio dibujar una sonrisa donde había una lágrima, lo que me aporta una gran  satisfacción.
 
... estoy comprometida con el cambio y la justicia social. Creo que la Educación Social es más necesaria que nunca.
 
... siento que es mi verdadera vocación por ser una profesión multidisciplinar donde caben diferentes ámbitos y engloba la totalidad de lo que significa el ser humano, como seres sociales que somos.
 
... aunque comencé tarde los estudios de Educación Social, mis anteriores ocupaciones implican igualmente vocación, relacionadas estas con la salud, la cooperación internacional y la ayuda al desarrollo social, que al mismo tiempo me han dado una experiencia relacionada con la interacción social transformadora.
 
  

Feliz día de la Educación Social!! :)



 

 

lunes, 15 de julio de 2013

Videojuegos, estereotipos y educación.

Los videojuegos son juegos y algo más, pero sobre todo un videojuego es un juego. El mundo del videojuego es poco conocido, y como todo lo que se conoce poco, alimenta una serie de estereotipos en la sociedad.



Entorno al concepto de los videojuegos se han creado tres estereotipos. El primero es que los videojuegos son una pérdida de tiempo y que además son violentos. Es verdad que hay videojuegos donde está presente la violencia, al igual que lo está en nuestra sociedad. Hay también cine donde se observan conductas violentas. Familias más o menos violentas. Países en guerra y reyes que se van a cazar elefantes. Como ocurre con todo, depende de la utilidad y uso que le damos a las cosas. En los videojuegos violentos, que no todos lo son, ocurre lo mismo. De hecho hay opiniones que dicen lo contrario y que justifican que el uso de videojuegos violentos reduce la agresividad en los usuarios. Tanto el estereotipo negativo como éste último, cabría justificarlos con mayor precisión, y mirar no sólo al videojuego, sino al usuario y a los educadores o familias de usuarios.


El segundo estereotipo se da sobre la elección difícil que presentan los videojuegos. Es cierto que es difícil elegir con qué videojuego jugar, qué videojuegos son verdaderamente buenos, pero también es importante saber seleccionarlos para tener experiencias gratificantes. Para saber qué juegos elegir hay disponibles muchos recursos en la red: críticas, videos, guías del juego… Para uso educativo se están investigando diferentes videojuegos sociales para una posible introducción en las aulas. De hecho esto es el futuro.
El tercer estereotipo parte de la idea de que los videojuegos son demasiado absorbentes. Es cierto que lo son, por su carácter apasionante. También  son apasionantes la ciencia, el cine, la literatura. Jugar a videojuegos está unido a sentimientos de bienestar, control, y otras emociones positivas. Jugar es una actividad agradable y reforzante en sí. Además, los videojuegos emplean un sistema de refuerzos similar a la pedagogía conductista, con refuerzos positivos y castigos, que lo hace más motivador, de ahí su fuerza educativa. Pero esta fuerza motivadora que tiene que ver con el sistema de gratificación que utilizan los videojuegos, en algunas personas (no en todas) se da el fenómeno de la adicción a los videojuegos en redes sociales. Cabe destacar que como en todas las actividades hay un potencial negativo y positivo, “potencial” ya que depende del jugador, que expande el juego e interpreta los mensajes que le da. Entonces se habla de abuso, adicción o conducta compulsiva, cuando el uso adquiere un perfil de dependencia psicológica o biológica, que te impide llevar otras actividades con normalidad. El jugador le da un mal uso o no es un juego adecuado a sus características personales. Un fenómeno en el que todavía no se han puesto de acuerdo los profesionales de salud ni la OMS, en declarar si se trata de un trastorno, una conducta adictiva o compulsiva. Los psiquiatras tampoco se aclaran entre ellos. Lo que parece quedar claro es que los videojuegos no son los causantes de estas conductas de abuso, sino más bien la actitud, educación y valores del jugador. Quién lo usa y cómo lo usa.
Los videojuegos, en contra de lo que se quiere trasmitir de modo negativo, son sobre todo un gran recurso educativo y formativo, por su fuerza de motivación y por las competencias y habilidades que se pueden generar con su uso, y el de poder interactuar con otras personas. Por lo tanto el videojuego es un juego que ofrece la posibilidad de interactuar, aprender, desarrollar habilidades y generar destrezas. Permiten educar de una manera fácil. Por esta razón se están estudiando e investigando por parte de varias personas vinculadas a la pedagogía, sociología, psicología, como también por académicos y diseñadores profesionales. Sobre estos estudios ya hay algún camino hecho que justifica el poder educativo y de transformación social que nos pueden ofrecer los videojuegos, por lo que es muy aconsejable que entraran a formar parte de los recursos educativos de las aulas, de las universidades y de cualquier otro contexto formativo o educativo.

 Bibliografía:

lunes, 11 de febrero de 2013

Nuevas habilidades necesarias para todos los ciudadanos

En esta nueva sociedad del conocimiento y de la información, todos los ciudadanos debemos desarrollar unas competencias que nos lleven a una óptima socialización y adaptación, para un buen uso de las tecnologías y entendimiento del mundo nuevo que se nos presenta.
 
Las nuevas competencias que todo ciudadano debe conseguir en la Sociedad del Conocimento y de la Información son: Aprender a ser (desarrollar una personalidad que permita actuar con una mayor capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal); aprender a saber (estar informado de un modo global, antropológico y culturalmente, promoviendo el autoaprendizaje); aprender a hacer (adquirir múltiples capacidades para hacer frente de un modo multidisciplinar, debido a la cantidad de situaciones y tareas que se nos pueden presentar); y aprender a convivir (conocer y comprender mejor a los demás, al mundo, así como saber trabajar en equipo).
 
 
 
Cada una de estas cuatro compentencias a desarrollar, requieren de las siguientes habilidades:
 
Aprender a SER requiere el desarrollo de las habilidades de autoconocimiento y la capacidad autocrítica, buscando el equilibrio y el cultivo del yo interior; la autoestima y la identidad personal, aprendiendo a ser feliz, aceptarse, sentirse persona digna, capaz de tomar decisones; adaptación a las circunstancias cambiantes y nuevos entornos, disposición a aprender y desaprender, aceptar los hechos y vivir con humor; control de las emociones y del estrés, inteligencia emocional y capacidad para expresar los sentimientos; curiosidad e imaginación, actitud curiosa, observadora y crítica ante lo que nos rodea, formularse preguntas, investigar; capacidad de abstracción, razonamiento y reflexión, analizar datos, interpretar y valorar con pensamiento abierto lógico y crítico; actitud optimista; autenticidad y sinceridad; responsabilidad y flexibilidad en las actuaciones.
 
La competencia de aprender a SABER requiere desarrollar habilidades culturales, conocimientos, visiones del mundo y de los fundamentos de la ciencia, ideas, instrumentos, formas de comunicación, normas, valores... estar en la reallidad del momento; informarse, leer, observar, buscar información para poder hacer juicios multidisciplinares, analizar, combinar el conocimiento devarias disciplinas para adquirir una visión más amplia y mayor conocimiento; construir conocimiento, autoaprendizaje (aprender a aprender), reflexión, autoevalución, formación permanente; aprendizaje de idiomas y del los nuevos códigos de comunicación.
 
Aprender a HACER, ser hábil en la toma de decisiones y anticiparse a los hechos, ser perseverante a pesar de las dificultades; fomentar una actitud creativa, imaginación como manera de percibir el medio y como una forma original de realizar tareas cotidianas, aportar nuevas ideas, elaborar las propias percepciones y visiones del mundo; motivación y disposición a afrontar riesgos y afrontar fracasos o frustraciones; análisis de situaciones complejas y resolución de problemas; experimentar; uso efeciente de recursos y adaptación al mundo laboral en cambio.
 
Y por último, aprender a CONVIVIR, que requiere la habilidad de expresarse (hablar, escribir y redactar correctamente, dibujar y presentar trabajos y conclusiones con eficacia; comunicarse con sensibilidad hacia los otros, hablar en público, escuchar, dialogar, comprender, afirmarse, negociar, intercambiar y empatizar; sociabilidad y respeto a las personas, a la diversidad; cooperación, saber trabajar en colaboración y en equipo; resolución inteligente y pacífica en conflictos, solidaridad.
 
 
 
 

 

jueves, 14 de abril de 2011

CONECTADOS EN EL CIBERESPACIO

Es el título de un libro que forma parte de la asignatura "Comunicación y educación" en el grado en Educación Social. El texto es novedoso cien por cien. Interesa leer a todo aquel que esté conectado a las redes, así como todo educador, maestro o pedagogo. De obligada lectura para el periodista, y toda la rama de publicidad.

Este enlace te conecta con el autor del libro:
http://www.rtve.es/alacarta/audios/radio/uned---conectados-ciberespacio---5-12-10/959126/