viernes, 2 de octubre de 2015

La Educación Social en la esfera pública. El reconocimiento social de la profesión.

Hoy 2 de octubre es el día internacional de la Educación Social. Por tercer año consecutivo el CEESC nos motiva a escribir en nuestros blogs sobre nuestra profesión. El Carnaval de blogs es una buena herramienta de participación y también de investigación.

Desde aquí agradezco al Colegio de educadoras y educadores sociales de Catalunya, el haberme invitado a participar. Ya lo hice en otra ocasión  (por aquí anda la entrada.)

La educación social en la esfera pública. El reconocimiento social de la profesión.


Hoy 2 de octubre, también es el día mundial de la sonrisa, así que voy a intentar sonreír mientras escribo. En positivo. ¿Qué se ha ido consiguiendo en cuanto al reconocimiento de la profesión? 

No todas las personas tenemos las mismas oportunidades. Hay quien nace con un pan debajo del brazo y otros lo hacen bajo una jeringuilla de heroína o con hambre de afecto y de pan. Todo ello nos determina de alguna manera y nos marca un camino. Las desigualdades sociales en cada momento histórico han existido. Actualmente estamos en un momento crítico. La desigualdad en nuestro país ha alcanzado cifras de horror. Las políticas educativas y sociales necesitan una revisión urgente. Muchas personas que sí lo han tenido fácil por haber nacido en determinado ámbito familiar, país o comunidad, no son capaces de darse cuenta totalmente de la realidad en la que vive nuestra sociedad. Empiezo a pensar que lo que no se vive no se entiende, además de la falta de empatía y de solidaridad.

He conocido casos de algunas personas que han tenido la oportunidad y el gusto de estudiar Educación Social, pero les falta cierto grado de vocación. Otras que han tenido la suerte de ser contratados a dedo como educador social, pero sin embargo ni lo son ni lo desean. También por suerte conozco profesionales de la Educación Social, tanto en la teoría como en la práctica. Han estudiado y tienen vocación, además de que se les identifica con valores y acciones solidarias y de transformación social. También hay mucha gente que tiene la vocación y la entrega en la defensa de los derechos humanos, pero no han ido a la universidad. Luego está la gente que se dedica toda la vida a otros asuntos no educativos ni sociales, que cuando les cuentas ciertas experiencias de vida de personas en situación de riesgo social, privadas de libertad, de educación, de afecto, de pan... piensan que les estás hablando de otro mundo. No entienden porqué fulanito acaba robando, vende droga o maltrata a sus padres o porqué una joven acaba en el mundo de la prostitución más aberrante y vejatorio. El educador social ha de tener estudios universitarios y para ello, no hace demasiados años, se creó primero la Diplomatura y después, el Grado en Educación Social que es la oferta universitaria que se tiene si te quieres dedicar a transformar la sociedad. Pero el educador social ha de ser también y sobre todo persona y fundamentar su trabajo y su vida en unos valores. Ambas cosas son precisas. La educación social es conciencia, justicia, ética y pedagogía social. 

La sociedad necesita más que nunca prevención, diagnóstico y tratamiento socioeducativo, desde que nace hasta que se muere. Y esto se puede conseguir desde cada uno de nosotros, presionando a las instituciones, los movimientos sociales y los partidos políticos. Renovando y regándolo con valores éticos, con el verdadero respeto a los derechos humanos, y motivando a la gente a participar y a desobedecer las normas y las leyes que no son justas, las que atentan contra el ser humano y su dignidad. Tampoco podemos dejar de desaprender y de seguir aprendiendo, y no solo lo relacionado con nuestra profesión, sino también de otras disciplinas. La educación social es multidisciplinar. 

Reconocer la profesión significa contratar a educadores sociales formados para tal fin, que conozcan herramientas pedagógicas, que sean creativos y didácticos, y que conozcan y respeten el código deontólogico y la diversidad. En este sentido institucional, hemos avanzado poco, pero hemos avanzado, y confío que con el cambio político necesario, se tenga más en cuenta las políticas sociales y educativas, porque son la base de una sociedad justa y saludable. 

Para el ámbito que conozco (justicia juvenil) convertir los centros de reeducación de menores de privados a públicos, seria un gran avance a este nivel. Los educadores sociales y demás personal dedicado a la atención y gestión del centro, tendrían que acreditar sus estudios universitarios correspondiente; sus habilidades y capacidades también mediante unas pruebas, para ganarse el contrato de trabajo, porque desde los centro privados desde donde se gestiona la reeducación de menores, en un 99% privados, no se está garantizando la profesionallidad de la Educación Social. Asunto que me parece muy grave. Además sería muy interesante modernizar los proyectos y programas que se aplican. Reconocer e innovar.

Desde mi experiencia veo que la necesidad de hacer educación social ha crecido bastante desde ese día que un profesor muy majo nos decía en un aula de la UNED de Valencia: "Ahora mismo no, pero dentro de unos pocos años vais a tener mucho trabajo" Creo que ya ha empezando ese momento!! :)

Feliz día de Educación Social con una sonrisa :D