martes, 13 de noviembre de 2012

La capacidad de comprender a los demás


La inteligencia es la suma de capacidades que el cerebro procesa y que están encaminadas a entender, comprender y aprender de la experiencia, a resolver problemas y a adaptarse a las nuevas situaciones y demandas.
La capacidad que posibilita una buena adaptación social, la habilidad de relacionarse con los demás, la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de caminar con sus zapatos, sin dejarse chafar por ellos. El señor Gardner la incluye dentro de la que llama inteligencia interpersonal.
El desarrollo de la inteligencia interpersonal se incluye dentro de la educación social, en el trato directo con los usuarios o educandos para los que trabaja como profesional. Las acciones que un educador social lleva a cabo para favorecer el desarrollo de ésta capacidad, van desde la preparación y ejecución de una actividad didáctica, un juego, una lectura, un cuento, una película, hasta la propia manera de ser y comportarse del profesional, lo que siempre se ha llamado “educar con el ejemplo”.
Por lo tanto, para fortalecer la adaptación social y mantener una buena calidad en las relaciones sociales de los educandos o usuarios de programas de integración social o de prevención de la violencia, una de las materias u objetivos será la de fomentar el desarrollo o desarrollar el aprendizaje de conductas empáticas, como la capacidad de ponerse en el lugar del otro, la de prestar atención al resto del mundo, de tener una mirada más global y solidaria.
Las edades a las que se puede dirigir este tipo de aprendizajes es desde los 0 a los 99. Toda la vida de una persona. Pero, como pasa con la mayoría de las capacidades y aprendizajes, el desarrollo se ve favorecido en edades tempranas, al ser la infancia y la adolescencia etapas más sensibles para la educación y el aprendizaje. En posteriores etapas no es imposible, gracias a la plasticidad cerebral que nos posibilita el aprendizaje a lo largo de toda la vida, pero sí requiere más esfuerzo y tiempo cualquier aprendizaje.
 
Recomiendo la lectura del cuento “Ajdar” para niños de todas las edades, de la galardonada autora de Pérsepolis, Marjane Satrapi. ¿Por qué? Porque me ha quedado una clara imagen al leerlo, precisamente, sobre la capacidad de ponerse en el lugar de los demás; de hacernos ver que con nuestras acciones podemos molestar o dañar a otros. El cuento, que tiene unas divertidas ilustraciones, originales y llenas de color, pone su punto de atención a la relación entre los hombres y el planeta, una visión que favorece esa capacidad: la del respeto y comprensión de lo ajeno, siendo conscientes de nuestras acciones y comportamientos.

Portada del álbum ilustrado AJDAR